«Es una macro que se sostiene con alambres y que todo el tiempo busca más dólares»

El economista Lavih Abraham analizó el plan del gobierno y advirtió que carece de un modelo productivo a largo plazo, limitándose a un «plan financiero» que provoca una brutal caída del consumo y la pérdida de empleos. Sostuvo que el reciente ingreso de dólares fue una «medida hecha a medida de las grandes exportadoras» que no benefició a los pequeños productores y alertó sobre los riesgos de que el país se convierta en una «moneda de cambio» en la disputa geopolítica entre potencias.

Primera parte (3 minutos)

Segunda parte (7 minutos)

Lucas Ameriso: Bueno, muy bien, lo dicho con Lavih Abraham, hablamos un poquito de la macro. Explicanos en las últimas horas qué ha significado que en 72 horas se haya llegado al tope de los 7.000 millones de dólares. Porque si no, el pequeño productor, el chacarero de acá cerquita, estaría saltando en una pata, ¿no?

Lavih Abraham: Sí, pero no salta en una pata porque fue una política hecha a medida de las grandes exportadoras. De acá de la zona están la mayoría en la zona de Rosario, Gran Rosario. Porque básicamente lo que quería el gobierno era juntar los dólares lo más rápido posible. Y entonces la pregunta es ¿quién puede poner los dólares sin exportar? Porque, con un tecnicismo, no hace falta exportar, lo que hay que hacer es una declaración jurada de venta, y luego la exportación física real se puede hacer hasta 360 días más tarde. Hay un año para hacer la exportación. Lo que sí había que hacer es la declaración jurada y traer los dólares. Bueno, ¿quién tiene 7.000 millones de dólares? No una, sino las siete grandes empresas que están en el cordón industrial, que vendieron prácticamente todo entre esas siete empresas y que exportarán a lo largo del año que viene, pero pusieron todos los dólares juntos, a lo mejor endeudándose consigo mismas con sus casas matrices en el extranjero; unas prácticas habituales que tienen estas empresas que toman deudas consigo mismas y que de esa manera adelantan los dólares. Le sirve al gobierno, pero a los chacareros les van a pagar más adelante con el descuento de las retenciones. Todo negocio para las exportadoras.

L. Ameriso: ¿Esto fue un manotazo de ahogado del gobierno sin prever quiénes se beneficiaban o hay que dejar de ser ingenuos?

Lavih Abraham: No, para mí la medida era clarísima que no era para el agro y para el campo. Por cómo estaba pensada y cómo está escrita la reglamentación, no era para ellos. Desde el minuto cero era para estas empresas. La capacidad de conseguir quienes tuvieran los dólares más allá del plazo de liquidación de los 360 días no era evidentemente para todos. Y bueno, así funcionó. Este gobierno necesita, esta vez otra vez, el auxilio. Hasta la semana pasada estaba prácticamente corriendo atrás del dólar, se vendieron reservas por 1.100 millones de dólares, no se acumularon reservas. El gobierno gastó a cuenta de las reservas, fomentó el uso de las reservas entre la gente. No solo sacó el cepo, sacó el impuesto país para que la gente vaya al extranjero. Teníamos no sé cuántos hinchas en el Mundial de Clubes, gente yendo a Miami a mitad de año. Una cosa que efectivamente se fomentó desde el gobierno y que hace que nunca alcancen los dólares, de esta suerte de populismo cambiario, este dólar barato para las clases medias y medias altas que le reditúan en términos electorales pero que para la macro no es sano, y que hace que permanentemente esté corriendo atrás de un auxilio en dólares, como el blanqueo del año pasado, el Fondo Monetario y ahora esto, y probablemente lo que venga de Estados Unidos.

L. Ameriso: ¿Es un plan financiero o es un plan económico? O en todo caso, si es lo primero, ¿cuándo va a haber un plan económico?

Lavih Abraham: Bueno, estamos esperando. Yo creo que falta un plan económico. ¿Cómo y qué va a producir Argentina? ¿Cuál es la Argentina que se imagina el gobierno libertario en 10 años? No la sabemos, porque solamente tenemos algo en el plano de las ideas, de las ideas de la libertad. ¿Cómo se corporizan esas ideas, qué va a producir Argentina, qué va a exportar? Se van a beneficiar algunos sectores sí, otros no. Hay que discutirlo, pero no está nunca en la agenda cuáles van a ser los sectores que se beneficien, salvo los exportadores de materias primas. Exportaremos energía, exportaremos petróleo, exportaremos el agro, pero ¿cuántos puestos de trabajo generan? ¿Cuánta gente queda fuera de ese modelo y qué Argentina nos imaginamos? En una Argentina que además tiene industria, y tiene construcción y tiene comercio. No se puede moldear una Argentina desde cero como si estuviéramos en 1880. Tenemos una Argentina que existe y este gobierno parece hacer caso omiso de eso y querer plantear sus ideas, pero se choca de bruces contra la realidad.

L. Ameriso: Hay un tema geopolítico que vamos a llevar a lo económico. Cuando el secretario del tesoro plantea de que en realidad canjearían el swap de China como para hacerse cargo y hacer una especie de pasamano, y uno imagina y ve que además en otros gobiernos se habilitó una planta de exploración científica en el medio del sur de la Argentina con jurisdicción de la soberanía china, ¿no estamos de vuelta, voluntaria o involuntariamente metidos, nos guste o no, en una disputa?

Lavih Abraham: Quedamos en el medio de una disputa y Argentina parece ser una especie de moneda de cambio entre las grandes potencias. Por eso la tradición diplomática argentina de no injerencia, de no alineación, ha sido lo que a Argentina siempre le ha convenido, y un poco se está rompiendo esa tradición. Argentina en las Naciones Unidas votando diferente de lo que lo hizo los últimos 30 años con diferentes signos políticos; Argentina discutiendo únicamente con Estados Unidos, alineándose con una potencia a diferencia de lo que se viene haciendo en todos los gobiernos anteriores de distintos signos. Entonces, es llamativo y hemos quedado un poco presos de esa disputa. La cuestión es de vuelta, ¿cómo nos vamos a parar ante el mundo y cómo se van a defender los intereses nacionales?

L. Ameriso: Cerrame con dos datos para graficar el impacto en la diaria o en lo cotidiano.

Lavih Abraham: Caída de consumo brutal, caída de consumo. Hablamos antes de la caída de la venta de los supermercados, caída en los shoppings, caída de… la gente no le alcanza para llegar a fin de mes y eso lo vemos en el consumo. Y malas expectativas también de los propios empresarios, tanto del sector consumo como industriales, que no ven en un futuro una recuperación, una falta de mercado interno que la afecta muy gravemente al sostenimiento de la vida cotidiana de millones de personas y no a los mercados, que por ahí pueden tener alzas eventuales y que parece haber una especie de euforia cotidiana, pero esa euforia la ve muy poca gente.

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