Entrevista en La Usina (Radio EcoMedios) a Lavih Abraham. Hecha por Néstor Sulla
Néstor Sulla: ¿Cómo están estas primeras medidas que tanto nos asustan a todos, tan abruptas, digamos? Agarramos la curva a 140, muy peligroso.
Lavih Abraham: Sí, lo primero que se vieron estas medidas fue justamente una fortísima devaluación, o sea que una decisión del gobierno de llevar el tipo de cambio oficial desde 380 pesos, más o menos que estaba, a 800. Y esto efectivamente lo primero que va a hacer es impactar sobre el poder adquisitivo de los salarios: salarios públicos, salarios privados, a partir de una fortísima inflación. Que ya la estamos viendo, la estuvimos viendo en los últimos días y la vamos a seguir viendo. Entonces, el primer ajuste o el primer gran ajuste va a ser en función de que el poder adquisitivo de los salarios que está bajando, va a bajar brutalmente y se va a venir una fuerte recesión, es decir, una baja del consumo, pero también una baja de la inversión no solo de la inversión pública que es un poco lo declarado, sino también de la inversión privada. Va a haber bajas expectativas de crecimiento a partir de esta baja de consumo. Así que vamos a entrar en un ciclo de recesión, desocupación y una inflación que hay que ver, no queda claro, cómo se va a estabilizar. Y con esto cierro, porque en estas primeras declaraciones se confunde o se mezcla bastante la idea de ajuste con la idea de estabilización. Yo veo que hay ajuste, no encuentro estabilización.
Bueno, este es un argumento. El argumento del Gobierno es que este ajuste es para la estabilización, o sea, para evitar la hiper, hiper que sólo inventaron ellos, porque la verdad que el 15.000 por ciento de inflación anual no estaba a la vista, no dan los números. Se escucha a los economistas como usted de hacer los números y decir no darnos números para hablar de un 15.000 por ciento de inflación anual y tampoco estábamos a las puertas de una hiper, sin embargo, ellos justifican las puertas de la hiper para que decir que esto hacía falta. ¿Hacía falta?
No, justamente, mirá, como ejemplo el año de la hiper, el año 89, tuvo 5.000 por ciento de inflación. Ahora nos amenazaron con una inflación del triple de la peor inflación de nuestra historia. Evidentemente no cierra por ningún lado. Y evidentemente había formas de pensar una estabilización de precios y una estabilización de la economía sin caer en este tipo de transferencia de ingresos tan brutal. Porque básicamente lo que hay es una transferencia de ingresos. Asalariados van a perder su poder adquisitivo, mientras que sectores, sobre todo ligados a la exportación, van a ganar mucho. Y vamos a ver una distribución del ingreso aún más regresiva de la que teníamos.
Efectivamente estamos como en una especie de amenaza de una hiperinflación que no pasó ni va a pasar, pero con la cual se justifica cualquier tipo de medida que no solo incluye en este caso las medidas económicas, sino probablemente también medidas de disciplinamiento y represión que por supuesto por ahora no vienen, pero también funcionan como parte de esta amenaza.
Es una barbaridad es como un retroceso cavernícola yo no logro entenderlo, los escucho a ustedes los economistas y digo pero a ver pero ¿por qué la transferencia de ingresos de un sector asalariado a un sector exportador? Digamos porque es necesaria tan brutal transferencia de ingresos si se puede hacer todo paulatinamente y decir bueno va a ver un poco le tomo al asalariado y un poco le doy al exportador. No hago una transferencia tan brusca de ingresos. Esto es por amistades, por negocios, es por el país, es por el futuro, es por qué es.
Me parece que tiene una concepción ideológica y una concepción teórica de la economía en la cual entienden que el Estado es malo, el Estado no sirve, entonces se va a correr de todos estos lugares, pero cuando el Estado se corre, la dinámica propia del sistema en el cual vivimos hace que haya una concentración económica. Esta dinámica de concentración, por supuesto, puede ser moderada o puede ser discutida, y ahí es donde aparece el poder o la capacidad de negociación de los trabajadores. Ahora no se va a quitar esta capacidad de negociación y se va a buscar directamente también una transferencia de ingresos para frenar la economía y frenar la inflación. Es un camino bastante indirecto. ¿Por qué? Porque ¿cómo se piensa frenar la inflación? Simplemente apelando a que esta ancla fiscal, que le llaman, baje la actividad económica. Con la baja de actividad económica, esto es con mayor desocupación y menor poder adquisitivo, los precios dejarían de subir eventualmente. Entonces se utiliza un camino que es doloroso, que es difícil y que realmente se torna innecesario. Y además que no era para nada, también esto que decirlo, la única alternativa posible. De hecho, en campaña vimos que como alternativa posible era una posibilidad de hacer crecer el producto, crecer las exportaciones y a partir de ahí también hacer bajar el déficit, por ejemplo. Porque la forma de bajar el déficit con respecto al PBI no es únicamente bajar el gasto, es también hacer crecer el PBI. Bueno, ahora se opta por bajar el PBI, pero bajar más fuertemente, más draconianamente el gasto.
Claro, o sea, tengo dos formas yo de combatir el déficit. Generando riqueza y teniendo más ingresos, con lo cual empiezo a tapar agujeros del déficit o eliminar bruscamente el gasto, y de esa forma eliminar el déficit, pero meter la economía en el freezer, frizar la economía, y frizando la economía hay un tendal. Por delante puede haber un tendal, ¿o no?
Sí, volvemos a la desocupación abierta y fuerte que es, hace años que no vivimos con esta violencia, todavía no, pero porque además lleva un tiempito, pero vamos a ver, a partir de la caída de consumo, caída en la gastronomía, caída en el turismo, caída en la construcción, que son todas actividades muy generadoras de mano de obra, generadoras de puesta de trabajo, que enseguida van a aumentar. Entonces, bueno, vamos a ver a partir de esto también la caída de un montón de servicios para la clase media, todas las personas que trabajan independientemente, por su cuenta que venden servicios a otras, también se van a encontrar sin posibilidad de ingresos. Bueno, efectivamente estamos a la puerta de una situación que no veíamos hace prácticamente 20 años, que es la del desempleo masivo y es la que se va a venir probablemente en la segunda mitad del año 2024
Cuando podíamos haber tenido una salida en expansión. Intentar una expansión y a partir de esa expansión mejorar los ingresos del país y a partir de mejorar el país, de ingreso del país, mejorar el déficit. Y también un punto muy importante, puedo escuchar a algunos economistas que dicen que no hay un problema de déficit, sino que hay un problema de evasión. Que, si se terminara con la evasión impositiva, otro sería el déficit de la cuenta corriente del país, ¿no es cierto?
Sí, es posible que a partir de controlar un poco la evasión, a partir de pensar un mejor el sistema impositivo, encontrar el hueco del sistema impositivo, sin dudas, es pensar por ahí, pensar a quién se le cobra impuestos, qué tipo de sistema impositivo más justo se puede hacer, pero bueno, se ha optado por otro camino, un camino que simplemente es bajar el gasto, que implica dejar miles de personas en la calle, trabajadores del sector público nacional, pero también trabajadores de la construcción a partir de la quita de obra pública, no es solamente sector público, trabajadores de sector público los que quedan en la calle. Bueno, si efectivamente es optado por esto, es una decisión política, hay que entender que la inflación que se está buscando es una decisión política, que el desempleo es una decisión política, que no es el azar y que no es el mercado únicamente el que nos está llevando a donde vamos.
Algo cotidiano. Ayer fui a la verdulería, pedí un choclo. Me dice no, choclo no traigo, me dijo la verdulera, pero ¿por qué? Porque me quisieron cobrar la bolsa de 10 kilos de choclos, 10 kilos de choclos, a ella la verdulera, 20.000 pesos.
Claro, no, no, no, no, sostenible. Y si a esto se le suma que esa verdulera probablemente empieza a pagar un alquiler en dólares a partir de la desregulación del mercado de alquileres, ese tipo de precios también van a empezar a subir. Y también el transporte de verduras desde los centros de producción a los centros urbanos. Bueno, efectivamente sí vamos a precios que todavía no sabemos cuál va a ser el techo y en lo que decía antes es que tampoco veo mecanismos de morigeración de esta inflación. ¿Cómo se piensa bajar la inflación? Solamente se apela a esta idea de que la gente no consuma más, de que cortemos la inflación tirando el bebé con el agua sucia, cortemos la inflación a partir de generar un desierto, la paz del desierto, como decían el famoso proverbio romano.
Claro, o sea, un dogmatismo siniestro. Esto tengo que calificarlo como un dogmatismo siniestro, ¿no?
Sí, sobre todo, sí, porque es puro dogmatismo, porque efectivamente hay, inclusive dentro de las visiones liberales que maneja el gobierno hay visiones que pueden, que son distintas, digamos, que incluyen compensaciones a los sectores que perdieron, como puede haber sido la devolución del IVA a la canasta básica que vivimos en agosto, quitar impuestos a la clase media, como fue el del impuesto a las ganancias que ahora va a volver. Bueno, hay formas de compensar a los perdedores. En este caso me parece que no se está pensando en ningún tipo de compensación. Créditos a monotributistas, digo, hay una larga serie de etcéteras que podrían ser aplicadas y que no parecen estar en agenda.
Bueno, pero sin embargo en la tele hay muchos que militan el ajuste, lo aplauden y lo militan. Ojalá no les toque, ojalá ellos no sean víctimas del ajuste, ojalá queden afuera de las consecuencias, ojalá les vaya bien. Los demás no sabemos, a los demás no sabemos.