Abraham: No se va a recuperar pronto la economía porque el gobierno está preso de su dogmatismo

Entrevista a Lavih Abraham en La Brújula, Radio Apepé, Bahía Blanca

P: Buen día cómo estás Yo sacaba la cuenta, hemos analizado a Masa Ahora vamos a analizar a Toto Caputo Hemos analizado por lo menos Dos ministros del Pro Llevo… Cuatro A seis aquí llevas Claro y alguno… antes de Massa estuvo… Guzmán No, si Batakis estuvo un fin de semana. Yo creo que de 5 hablamos seguro, la habita de este tiempo, ¿no?

Lavih Abraham: Puede ser, hablamos de varios, ya no me acuerdo, hemos perdido la cuenta, pero sí, de unos cuantos.

P: Bueno, a ver, dentro de tu mirada, este indicador, porque muchas veces se ha cuestionado en otros gobiernos acerca de si los indicadores son reales, positivos o negativos, este 4% es, en principio.  ¿Vos lo ves un número real, este 4% de inflación?

LA: Sí, sí, no me corresponde ponerme a criticar eso. La verdad que no tengo ningún tipo de idea de por qué podría no serlo, digamos. No tengo, no hay denuncias, no hay nada que no sea así. Me parece que simplemente se trata de entender cómo está armado el indicador y saber qué es un indicador bueno y cuáles son los límites en todo caso de lo que dice y lo que no dice.  Pero en principio si le creo. Lo que pasa es que está compuesto es un indicador que más o menos todos los meses se relevan unos 320 mil precios en 31 aglomerados urbanos. Es decir, en todo el país, en todas las capitales y otras ciudades se va a decenas de o a cientos, digamos, de locales en cada lugar y se van preguntando precios. Y bueno, entonces efectivamente el 4% es un promedio de miles de cosas literalmente. Y bueno, después hay que empezar a ver qué hay adentro de ese 4% y ahí nos podemos meter y empezar a tratar de entender qué es lo que nos dice y qué es lo que nos dice el índice, pero en principio le creemos.

Y bueno, sigue siendo un número alto, lo primero que hay que decir, 4 % es un número alto y digo alto porque cuando miramos adentro vemos que hay inflaciones como las de bebidas 6%, recreación, turismo, restaurantes, que es todo lo que pasó en el mes de julio de 6, 7%, la verdad es que siguen siendo números muy altos y donde un poquito aparentemente en julio habría bajado la incidencia de la comida que “solamente” y muy entre comillas aumentó 3,2% pero bueno sigue siendo un montón, un 3% mensual.

P: Anabela te saluda, ¿cómo estás? ¿Y esto que haya bajado, que esté bajando de a poquitos? ¿Es sinónimo de recuperación económica? ¿Cuál es el análisis?

LA: No, más o menos, está bajando a poco, pero al mismo tiempo no baja más. A ver, tuvimos 4% de inflación en julio, pero los dos meses anteriores fueron 4,6 y 4,2 o sea que está como estancado. Ya dejó de bajar, pero vamos a ponerlo primero en esa perspectiva. La altísima inflación que hubo en diciembre y enero, después de la brutal devaluación que hizo el gobierno apenas asumió, bueno, efectivamente no hubo de vuelta una devaluación así, así que no hubo una inflación como la de diciembre-enero, pero seguimos en un número alto y estancado. Entonces, no hay una recuperación de poder adquisitivo, sobre todo en los trabajadores del sector público, más los trabajadores del sector privado, un poquito sí, pero bueno, básicamente estamos como en esta meseta podríamos decir, en este estancamiento de 4, 4.5 puntos todos los meses. Y no hay una perspectiva muy clara de que vaya a bajar a mucho menos de eso.

P: ¿Y esto a quién directamente perjudica o quiénes son los que no pueden ni siquiera asomar la cabeza todavía?

LA: Bueno, a principio de año hubo una gran pérdida de poder adquisitivo prácticamente de todo el mundo, de todos los trabajadores y trabajadoras, de todos los que cobran una jubilación, de los que cobran asignaciones, en principio eso fue muy fuerte y no se recuperó, entonces eso lleva a una pérdida en principio del consumo, entonces también empezaron a perder los que venden cosas, o sea los pequeños comerciantes de todo el país que también están sufriendo porque no venden nada, esto lo pueden saber ustedes si hacen una recorrida por los negocios del centro y de los barrios de Bahía Blanca, o preguntarle a los comerciantes cuánto están vendiendo, entonces quienes pierden prácticamente todos. ¿Y quién empezó a recuperar un poco de lo perdido, pero no al punto de recuperar todo? Bueno, los trabajadores y trabajadoras que están en sectores registrados, con sindicatos, con capacidad de negociación, un poco sí, y en general quienes no recuperaron, o recuperaron muy poquito, son los trabajadores y trabajadoras del sector público. Por eso estamos asistiendo estas semanas a paros en las universidades, en todas las universidades nacionales, por ejemplo, porque efectivamente todos los trabajadores del Estado y trabajadoras del Estado perdieron mucho, no recuperaron nada. Esto es buscado por el gobierno, justamente degradar o denigrar el trabajo del sector público y los trabajadores y trabajadoras del sector público, como parte de su denigración de todo lo estatal y todo lo público, ¿no es cierto?

P: Lavih, te hago una consulta porque lo hablaba el fin de semana pasado con un empresario de Bahía, era un empresario bastante grande, y decía, bueno, lo que necesitábamos era esto, que la macro se calme, se ordene no tuviéramos paritarias explotadas cada dos meses y bueno, para esto se necesita que se baje el consumo ahora, no es también una posible trampa esto porque si la economía no levanta en algún momento las cláusulas de las paritarias se van a activar y los números de la economía van a volver a subir como por ejemplo la inflación

LA: Es jugar con fuego, la verdad, porque al mismo tiempo decir, bueno, cuál es el límite de, entre comillas, de enfriar la economía. Estamos empezando a perder puestos de trabajo. Ya perdimos 200 mil puestos de trabajo, empezaron a aumentar los números de desocupación, los negocios no venden, las cuentas no cierran, entonces lo que plantean ciertos empresarios esta idea de “enfriar la economía”, en algún momento puede ser que se lleve puesto, de hecho ya se llevó puesto a unos cuantos, todavía no tenemos los números pero sí sabemos que hay muchas pymes o pequeños negocios que están cerrando entonces es también una especie de pan para hoy y esperar mañana que no pase nada. Bueno, no me parece que sea tan fácil eso. Es un problema. Es un problema por esto, porque ¿a dónde termina la recesión? Y sobre todo porque el gobierno, en su política de fondo, no tiene pensado reactivar para nada el consumo, la inversión pública, la obra pública, que es lo que generalmente en este país, generalmente no, es lo que en este país ha levantado, ha sostenido la actividad económica. Entonces, para redondear, no hay consumo porque los trabajadores y trabajadoras jubilados no les alcanzan. No hay inversión privada porque estamos viendo que la capacidad de la industria está ociosa, porque estamos viendo que sobran turnos, ¿quién va a invertir en un contexto donde no hace falta invertir? No hay inversión pública o gasto público que es lo que suele levantar la economía. Entonces, ¿cómo vamos a salir de la recepción? esa es la pregunta

P: Además, Lavih, no sé, bueno lo hemos hablado muchas veces también porque estás en una zona portuaria hay algo que se pone en discusión cada vez que gobierna un gobierno de centro de derecha que es que en Argentina no se invierte y tenemos varios exponentes de empresas internacionales que vienen a la Argentina que en realidad lo que después le discuten a los gobiernos es poder hacer libre utilización de los dólares para sacarlos del país ¿Por qué hoy se está poniendo todo en discusión en base a… bueno, ¿Demos mejores condiciones para invertir como es el RIGI, como son los cambios tributarios? ¿Cuál es la cuestión ahí? ¿Quién gana con toda esta nueva discusión industrial?

LA: Sí, la verdad que, como decís vos, inversión extranjera hubo, hubo en los gobiernos peronistas, hubo siempre y la discusión está más por el lado de los dólares. El RIGI lo que viene a hacer es darle inclusive más de lo que piden a las grandes inversoras internacionales. Darles más de lo que piden en el sentido de que les permitan llevarse los dólares sin dejar nada y sin entramarse con la producción local es decir le van a permitir a grandes inversiones internacionales que vengan y que no tengan que hacer nada con todo su ambiente alrededor, que no tengan proveedores locales me refiero que no se les pide nada bueno y se les da todo, la verdad que es una exageración y no hace falta, las inversiones pueden venir igual. La pregunta es, nuevamente, ¿qué clase de inversiones van a venir en un mercado interno tan deprimido? Bueno, evidentemente vendrán inversiones que solamente apunten al mercado externo, con más razón, y que no tengan prácticamente vinculación con el país, con nuestro entramado productivo local. Es lo que llamamos habitualmente un enclave, un enclave que en términos geográficos es cuando un país tiene como un pedacito de su país fuera de sus fronteras, ¿no? Bueno, este enclave van a ser empresas que vienen de otros países, se van a poner en nuestro territorio y no se van a vincular para nada con el nuestro. Bueno, es muy difícil pensar que eso sea un camino al desarrollo, como nos quiere hacer creer el gobierno, que hay un camino hacia el desarrollo, y que vamos a hacer Alemania en 30 años. Y es difícil pensar que de esa manera vamos a tener un mercado interno pujante, con buenos sueldos… efectivamente no parece ser esa la solución. Los ganadores… y bueno, son efectivamente estas grandes corporaciones multinacionales y nadie más, por lo menos a priori.

P: Lavih, una pregunta que yo, a ver, me hago, especulando con lo que viene pasando en este primer, primera parte del año, con el gobierno actual, si quieren, intentan bajar aún más este número de la inflación, ¿a qué otra cosa se puede apelar? ¿Vos te imaginás un futuro escenario? Digo, ¿qué más puede pasar?

LA: Es buena pregunta. En el imaginario del propio gobierno no hay muchas más herramientas. Estos están discutiendo la cuestión de, por un lado, recesión y por otro, falta de admisión monetaria. Bueno, ya están haciendo eso. Pero no apelan a otro tipo de discusiones como por ejemplo se hicieron en la convertibilidad del año 1990-1991 que fueron ciertas acuerdos en términos de los contratos por ejemplo los alquileres. Hoy por hoy tenemos una inflación que es inercial. Inercial quiere decir que es como una fuerza que no se detiene, digamos, que la inflación de este mes genera la inflación del mes que viene. Para que se entienda con un ejemplo. Un alquiler está hoy por hoy, gracias a las nuevas reglamentaciones, están atados los alquileres a la inflación pasada. La inflación del mes pasado me hace aumentar el alquiler de este mes. El alquiler se me traslada, si soy negocio, a mis costos, o sea que aumentan los precios y si aumenta la inflación de este mes aumenta el alquiler del mes que viene entonces el alquiler del mes que viene va a aumentar la inflación etcétera. Entonces eso es como una cadena en el tiempo lo que se hizo por ejemplo en el año ‘91 es prohibir que los contratos estén atados a la inflación y los contratos no son los alquileres son las deudas que tienen las empresas con otras empresas son digamos hay un montón de una cadena de contratos en toda la economía que está atada a la inflación bueno eso hay que prohibir. El gobierno no lo está pensando porque es una intervención del estado en la economía y este gobierno cree que no hay que intervenir en la economía, pero bueno sin ese tipo de intervenciones muy probablemente sostengamos en este cuatro digamos por abajo de cinco pero en ahí exacto y no hay forma de bajarlo más y bueno es muy alto efectivamente es muy alto.

P: mientras hacemos la nota estamos mirando algún noticiero nacional que estaba en pantalla, entre 10 y 15% bajó el consumo de carne. ¿De qué manera se puede laburar para retomar eso? Porque digo, si no es con poder adquisitivo es imposible.

LA: No, evidentemente. La pérdida de poder adquisitivo es muy fuerte. Entre los que todavía tienen trabajo, insisto en esto, estamos empezando a tener una desocupación. La desocupación no era un problema hasta el año pasado y ya empezó a serlo y va a serlo cada vez con más fuerza en lo que sigue. Entonces la Demanda no es solamente recuperar el poder adquisitivo de cada uno de los que tienen trabajo, sino que los miles que ya perdieron sus trabajos, vuelvan a tenerlo, porque nosotros tenemos que mirar a nivel de la economía a todos los trabajadores como un conjunto, no solamente a cada uno en particular. Por supuesto que mejores salarios llevan a más consumo, pero bueno, se trata de eso y se trata por supuesto de una economía más pujante, más diversificada, más productiva que permita pagar mejores salarios. Si estamos yendo a ese camino y la respuesta es difícil porque efectivamente vemos cosas que hacen que, por ejemplo, el achicamiento del sistema de ciencia y tecnología, por ejemplo, que hace que tengamos menos trabajadores calificados, el achicamiento de las universidades. Bueno, efectivamente no es una economía más productiva la que vamos a tener, sino tenemos trabajadores y trabajadoras calificadas. Entonces es largo, es complejo, pero no lo veo, por lo menos en el discurso oficial, a todo esto en el horizonte. Rara vez escucho al presidente hablar de producción, de empleo, de productividad, de exportaciones, de cuáles son los sectores que van a ganar y van a llevar a Argentina al desarrollo. Bueno, todo eso está fuera del discurso oficial. Lo único que se escucha son cuestiones financieras, la emisión monetaria. Me parece que el discurso, no solo el discurso, que la actitud y la actividad que tiene este gobierno no está poniendo a la producción en el centro y si no pone la producción en el centro difícilmente podemos pensar en llegar a ser un país desarrollado.

P: Lavih, la última, por lo menos, que tengo de mi parte, mirábamos en los informes del Mirador de la Actualidad. Uno que es muy interesante que habla de industria, comercio y construcción, que es el estimador mensual de la actividad económica. A la salida del gobierno de Mauricio Macri, estos tres incisos, industria, comercio y construcción, estaban en 89, 94 y 98, que eran indicadores relativamente positivos. Entrada a la pandemia allá en el gobierno de Alberto Fernández, se derrumban, principalmente la construcción, que por momentos se paraliza. Empieza a tener un repunte hacia el final de la gestión, 2023, final de 2023 que quedan esos indicadores por encima de lo de cómo había quedado en el gobierno de Macri 97; 109; y 96 y ahora Milei lo está llevando a números por debajo de esa situación te diría casi un si un 10, 15 y hasta 20 por ciento menos y esto es lo que estamos mirando de los primeros tres cuatro meses del año ¿esto va a seguir así va a seguir en caída.?

LA: No sé si en caída, la industria sí, porque la verdad que no hay una política industrial y todavía no hay una apertura económica del todo porque no hay los suficientes dólares, pero en términos generales nada apunta a la recuperación. Por lo menos, no sé si una caída, o sea, la caída ya se dio, ya se empezaron a perder mucho, ya te decía miles de puestos de trabajo. No sé cuál es el límite de la caída, sinceramente no me atrevo a pronosticar eso, pero sí que no veo una forma de recuperación. A principio de año los economistas oficialistas hablaban de una recuperación en V. Se referían justamente a esta forma del gráfico, esta caída y luego una recuperación simétrica hacia arriba, cuando uno lo piensa en una curva, en una línea que primero baje, después suba y forma una “V”. Bueno, yo no veo esa “V”, sin duda. No sé si va a seguir cayendo la producción industrial, pero sin duda que esa recuperación por lo menos en lo que va, en lo que resta del año no la vamos a ver y probablemente en la primera mitad del año que viene tampoco. Entonces la actividad económica va a seguir cayendo y lo que pasa es que eso genera como círculos viciosos, digamos, se consume menos, como se consume menos se echa gente, como se echa gente, esta gente sigue consumiendo menos y bueno, hay que romper eso, pero el gobierno no parece interesado en romperlo, no parece interesado en recuperar la actividad económica salvo apelando a fórmulas un poco mágicas prácticamente, ¿no? Bueno, “ya se va a recuperar”, “ya se tocó el piso”, “ya pasó” y no hay ningún tipo de política activa… Como sigue, claro. Para pensar cómo salir, en serio, ¿qué va a hacer el gobierno ante esto? Nada, esperar que el mercado lo resuelva solo. Bueno, novedad, el mercado no resuelve solo las cosas, en los países capitalistas desde hace cien años, el mercado y el Estado van de la mano, siempre van de la mano, cuando mejora, digamos, y van a la par y van juntos, digamos. Bueno, el gobierno preso de su ideología tan, ¿cómo decirlo?, tan dogmática, no ve esto y piensa que todo lo que hace el Estado lo hace mal. Bueno, no funciona así en ningún país del mundo.

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