La falacia del mercado autorregulado y la realidad del salario en caída libre

A partir del último informe del Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (Mate), un integrante de ese colectivo de economistas describió las inconsistencias del modelo que declama el Gobierno nacional y la caída del poder adquisitivo de los trabajadores a lo largo de varias gestiones

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Nota a Diego Kofman en Radio Universidad

Diego Kofman es licenciado y profesor en Economía de la UNR, especializado en macroeconomía y sector externo. En diálogo con el programa Apuntes y Resumen, explicó que la economía argentina es, como otras de la región, concentrada. No existe la competencia. Todos los sectores son monopólicos u oligopólicos.

Ni siquiera se pueden encontrar ejemplos mínimos, dijo, que contradigan esa descripción. Porque se puede poner el ejemplo de los pequeños kioscos, argumentó, pero si se amplía la mirada a la cadena de proveedores, la ilusión desaparece: son muy pocos para el último eslabón atomizado.

No hay oferta de bienes o servicios competitiva, indicó Kofman en referencia a los preceptos que declama el presidente Javier Milei. Desde el punto de vista teórico, redondeó, la competencia perfecta en mercados libres de regulaciones es una ficción. Porque aún en momentos de baja demanda, como los actuales, los monopolios prefieren subir precios para compensar la cantidad. Venden tan caro como pueden y, si se trata de productos o servicios exportables, trasladan al mercado interno los precios que puede pagar un consumidor europeo.

La marcha atrás de la administración libertaria con las empresas de medicina prepaga a las que habilitó mediante el DNU 70/2023 libertad para fijar las cuotas y ahora le aplica, a través de su denostada intervención estatal, una medida en defensa del consumidor, desnuda la falacia.

El Gobierno desanda su anclaje ideológico. Pero el integrante de Mate recalca que lo hace sólo en un ámbito de impacto restringido que afecta a un sector social medio y medio alto. No asoma una intervención pública similar, ni siquiera preocupación, en relación a los productos de consumo masivo que registran los mismos aumentos de precios desmedidos y afectan a las mayorías, señaló el economista de Mate.

El Estado, finalmente, actuó en defensa de un determinado sector social, contra los fundamentos del modelo anarco capitalista. Las mayorías, afectadas por las desregulaciones, siguen fuera del radar del oficialismo

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