Triángulo de las Bermudas

La reciente controversia entre la AFIP y Bunge sobre diferencias de impuestos no ingresados invita a revisar la estructura internacional de cada compañía, lo cual involucra al menos dos planos: la radicación de sus casas matrices y la magnitud del comercio intrafirma.

Sergio Arelovich

La denuncia aparecida en este diario el pasado 2 de enero, sobre la existencia de mano de obra en condiciones de semiesclavitud modelo siglo XXI, volvió a poner en primer plano las condiciones bajo las cuales se reproduce socialmente la sociedad en la que vivimos y el modo bajo el cual operan las empresas identificadas como líderes en el conjunto de los sectores de actividad. Para el caso concreto de las compañías exportadoras que forman parte del llamado complejo oleaginoso, las hay de capital nacional y de capital extranjero. Entre las primeras se encuentran Aceitera General Deheza, Molinos Río de la Plata, Vicentín, entre otras. El segundo listado incluye a Cargill, Dreyfus, Bunge, Nidera, Noble, ADM, Oleaginosa Moreno, Multigrain, Adeco Argentina, etc. La reciente controversia entre la AFIP y Bunge sobre diferencias de impuestos no ingresados, invita a revisar la estructura internacional de cada compañía, lo cual involucra al menos dos planos: la radicación de sus casas matrices y la magnitud del comercio intrafirma.

La empresa controlante de Bunge está radicada en las Islas Bermudas. Pero esto también ocurre con otras. Cargill tenía por controlante en 2003 a una empresa radicada en Barcelona que luego se “mudó” a Winnipeg, Canadá. Oleaginosa Moreno, perteneciente al grupo Glencore de origen estadounidense, tenía su sociedad controlante en Baar, Suiza. Dreyfus (LDC Argentina) fue quizá la que mayores cambios registró. En los últimos diez años, su controlante cambió, además se mudó de París a Londres, de allí a Amsterdam, fijando su último domicilio en Ginebra, Suiza. La empresa ahora funciona bajo otra razón social denominada Galba S.A. Nidera que tiene por controlante a otra empresa argentina denominada Nidera Argentina S.A. Compañía de Inversiones, que posee el 84 por ciento de las acciones de aquélla y a la vez es controlada por el holding homónimo radicado en Suiza. Multigrain Argentina (ex Multicereales) tiene también su controlante en Baar, Suiza, que vale recordar constituye uno de los paraísos fiscales de mayor opacidad, junto a Bermudas, Caymán, Islas Vírgenes Británicas, Panamá, Dubai, Gibraltar. En tanto, Noble Argentina está controlada por una compañía radicada en una casilla de correo de las Islas Vírgenes Británicas. Adeco Argentina (la filial argentina del grupo Soros), tiene su casa matriz en Tenerife, en las Islas Canarias.

A este escenario se le agrega una mirada sobre la magnitud del comercio intrafirma, las ventas declaradas por las compañías extranjeras radicadas en Argentina cuyo receptor en los países importadores son las empresas controlantes, controladas o vinculadas. La resultante es la pregunta del millón: ¿cuál es la verosimilitud de las ventas declaradas, tanto por los productos, como por sus tipos, sus calidades y sus precios? Precisamente la diferencia de impuestos reclamada a Bunge y otras compañías, pone en cuestionamiento algunas de estas facetas. Cargill, la empresa más grande del sector y la líder a nivel mundial, afirma haber facturado en el último ejercicio cerrado en febrero de 2010 a su controlada y a dos vinculadas el 82 por ciento de las ventas. También Dreyfus (LDC) que declara haber facturado el 95 por ciento a sus asociadas, entre las que se destacan Nethgrain BV y Urugrain. Esta última, radicada en Uruguay, es una de las tantas SAFI destinatarias de exportaciones argentinas, tema tratado en el informe sectorial de AFIP referido a la triangulación, bajo el sutil nombre de “planificación fiscal nociva”. En el caso de Noble, el 94 por ciento de las ventas del último ejercicio lo fueron con destino a Noble Resources con sede en Suiza. Y Nidera, conjunción de las siglas: Netherlands (Holanda), Italy (Italia), Deutschland (Alemania), England (Inglaterra), Russia (Rusia) y Argentina, afirma haber vendido a las empresas del grupo en su último ejercicio 2009, el 85 por ciento del total facturado, esencialmente a Concordia Agritrading con sede en Singapur.

La mirada sobre las extranjeras no puede hacer perder de vista lo que ocurre con las nacionales, las que también están estructuradas en complejas redes organizacionales que albergan empresas en Argentina y en el extranjero, pero que constituye una materia que excede el propósito de este artículo. Sólo como ejemplo AGD, la empresa de la familia Urquía, que según declara en su sitio oficial, participaba en 2009 en el 27,4 por ciento de las exportaciones mundiales de aceite de maní. Esta empresa facturó 1145 millones de pesos en 2002, trepó a 9200 millones de pesos en el ejercicio cerrado en 2009 y durante 2010 creció casi un 20 por ciento en las exportaciones de harinas. Comparte con Bunge la propiedad de Terminal 6 y Terminal 6 Industrial en Puerto General San Martín, provincia de Santa Fe, desde donde salieron las exportaciones cuestionadas por el fisco nacional. Sus actividades se extienden a la copropiedad de Nuevo Central Argentino, poseen una SGR y como todas ha incursionado en la producción de biodiesel, asociada con otras empresas.

Publicado en Página/12

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