Economistas rosarinos analizaron el escenario poselectoral y las medidas del Banco Central. El papel del FMI
Sandra Cicaré
El resultado de las Paso movió el tablero económico. El Banco Central (BCRA) devaluó un 22% la moneda _que elevó el dólar oficial a $ 350_ y subir 21% la tasa de política monetaria. En ese escenario, se generó una rápida suba de los dólares informales y bursátiles y un inmediato traslado a precios. Como correlato, algunos comercios dejaron de vender hasta analizar el rumbo cambiario y otros lo hicieron pero con listas actualizadas.
En una jornada en la que se mezcló la sorpresa por el resultado electoral, derivada de la irrupción de Javier Milei como candidato más votado, con la incertidumbre sobre el rumbo del país, los economistas advirtieron sobre el impacto que tendrá este nuevo contexto en el ingreso real de los argentinos. Según estiman, el poder adquisitivo seguirá deteriorándose y se pulverizarán tanto los acuerdos paritarios como los últimos incrementos de jubilaciones y pensiones.
“Es un interrogante lo que sucederá con los acuerdos salariales que en estos meses fueron acompañando, en algunos casos, la inflación, aunque siempre en forma diferida y tardía”, indicó el economista del Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (Mate), Sergio Arelovich.
Consideró que frente a este nuevo escenario devaluatorio “la pérdida del poder adquisitivo del ingreso sigue siendo una norma en el país”, al explicar que el peso de los salarios y las jubilaciones en el presupuesto ejecutado nacional seguirá cayendo en términos proporcionales. Por caso, un cálculo realizado en Mate, indica que una jubilación (no mínima) creció entre julio del año pasado y este un 67%, la mitad de la inflación anualizada.
Por eso, el economista de Fundación Pueblos del Sur, Esteban Guida, señaló que “se viene la puja distributiva”. Porque “una variación tan abrupta de un precio clave de la economía genera un reacomodamiento de distintos precios relativos, según la capacidad de negociación que tenga cada sector”.
“Esta volatilidad provoca distorsiones, desequilibrios, inequidades y vamos a ver esta tendencia de aquí en más”, dijo, al señalar que, para evitarla, el gobierno defendía el crawling peg (micro devaluaciones). Sin embargo, el resultado electoral modificó el escenario.
El plan B
Para Guida, la rapidez con las que el BCRA tomó las medidas el día después de las Paso demuestra que “era un escenario predefinido ante un mal resultado electoral”. Para el economista, “las negociaciones con el FMI venían planteando esto, es decir, una devaluación para restringir el acceso al Mercado Unico Libre de Cambios (MULC) de los agentes económicos». La postura del gobierno era llevarla adelante pero «en forma más heterodoxa, con tipos de cambios múltiples y devaluaciones al ritmo del índice de precios”.
Sin embargo, “ese poder que tenía el gobierno argentino para disuadir o morigerar la crudeza de las medidas que exigía el FMI se terminó y el día después, tal cual pidió el organismo que hoy maneja la economía del país, se ratificaron estas exigencias que ya estaban contempladas en la rediscusión en marzo de 2022”.
Este volantazo de la autoridad monetaria para algunos es ineficiente. Así lo consideró el analista bursátil Federico Fiscella quien detalló que “la devaluación oficial llega tarde para administrar el tiempo que queda hasta las elecciones generales”. Según explicó la intervención que en la jornada de hoy realizó el BCRA “no alcanza” al punto tal que los dólares financieros superaron los $ 630 y “el blue supera los $ 700 pero no hay operatoria, porque nadie quiere vender”, dijo.
Además, a su juicio, “una tasa (efectiva) superior al 200% me mete más miedo y muestra que hay un agotamiento de esa herramienta para resolver el tema cambiario”.
En ese sentido, Arelovich explicó que la devaluación del peso, incluida el 22% que fijó hoy el Banco Central, acumula un 95,9% desde enero en el mercado mayorista, contra una inflación del 114,8%. De modo que la depreciación del tipo de cambio todavía “no alcanzó a acompañar el crecimiento de los precios en la economía argentina”.
Además, si se mira el mercado del dólar informal o blue, desde 4 de enero al 14 de agosto creció 83,3%, menos que el oficial y por debajo también del IPC.
“Esta diferencia acelera el crecimiento de los precios y empuja una aceleración inflacionaria, algo que no debería ocurrir en este contexto”, analizó el especialista de Mate.
Tambien consideró que una tasa efectiva del 209% es «una locura», porque “si bien de alguna manera protegería el ahorro en pesos, desalienta el acceso al crédito, porque es superior a la inflación pero de ninguna manera se acerca al nivel de actividad y mucho menos a la tasa de ganancia en Argentina”.
Esto también tendrá su impacto directo en las arcas públicas. “Además de que en términos de precios el escenario es complicado, hay que sumarle que si se sigue profundizando la caída del poder de compra de los salarios y las jubilaciones, habrá un efecto inmediato sobre la recaudación, especialmente sobre los gravámenes vinculados con el consumo como IVA, impuestos internos, ingresos brutos provinciales, que crecerán por debajo de inflación”, alertó.
Arelovich tampoco no descartó la posibilidad de que el gobierno vuelva a tocar la cotización diferencial para la liquidación de productos granarios, ya que con la devaluación de hoy el dólar agro queda en el mismo nivel que el dólar oficial.
Precios y salarios
“Se viene un «pass trough» o traslado a precio, aunque no sabemos de cuánto será porque estamos ante una sintomatología de mercado real de depresión”, indicó Guida, al señalar que “ya se observa una merma de la actividad económica y esto podría generar más depresión”.
“En cuanto a la dinámica de precios podemos esperar cualquier cosa. En los sectores donde hay discrecionalidad en la fijación porque son monopolios o con altos stocks vamos a ver alevosía y en los más competitivos o regulados puedan haber más equilibrio, pero inexorablemente en el IPC de agosto será más alto de lo que venía siendo la tendencia”, agregó Guida.
En ese punto, Fiscella explicó que la inflación de agosto “se va a consolidar muy arriba de 8%”, algo que reflejará lo que está ocurriendo por estas horas donde “muchos comerciantes dejaron de vender, fundamentalmente en el rubro tecnológico, otros retacean productos que no tengan valores de referencia y algunos cerraron hasta saber el valor de venta”.
La plata del FMI
Para Arelovich, el escenario hasta las elecciones generales encontrará al ministro de Economía y candidato del oficialismo, Sergio Massa, “trabajando para que no se desbarranque nada y seguir adminsitrando todo a pesar de la alta de inflación, la pobreza incluso en el sector asalariado”.
Será clave para definir este contexto la decisión del Fondo Monetario Internacional de hacer efectivo el desembolso de los u$s 7.500 millones prometidos. “Creo que el board va a confirmar el dictamen técnico y desembolsará los fondos, porque de lo contrario sería provocar el colapso institucional”, estimó Guida, para quien también Massa “tratará de llegar al final del mandato con la mayor estabilidad posible”.
Para el economista de Fundación Pueblos del Sur, el resultado electoral le sirvió al gobierno “como excusa para devaluar, que es lo que pedía el FMI, un organismo que quiere el empobrecimiento para tener un frente externo más liquido y condiciones para un nuevo esquema internacional que sea acorde a los grandes grupos económicos, justo en un momento de un crecimiento alevoso de la riqueza en el país a través del desarrollo de los hidrocarburos y los alimentos”.
Fiscella también se mostró convencido de que el FMI desembolsará los fondos, pero a su juicio “esto no va servir de nada para contener esta ola demasiado fuerte de demanda que existe ante una propuesta dolarizadora que no se sabe si se llevará a cabo en diciembre si gana Milei”.
Publicado en La Capital